El procedimiento administrativo en España, regulado por los principios del derecho administrativo, se compone de dos fases principales: la vía administrativa y la vía contencioso-administrativa. A continuación, desglosaremos cada una de estas fases para proporcionar una visión clara de los pasos involucrados.
Vía administrativa (Pre-contencioso)
- Inicio del procedimiento
-
- Solicitud o iniciativa de oficio: El procedimiento puede iniciarse a solicitud del interesado o de oficio por la administración competente.
-
- Instrucción del procedimiento
-
- Recopilación de información: Se recaban los datos y documentos necesarios.
- Pruebas: Pueden practicarse pruebas para esclarecer los hechos.
- Audiencia de los interesados: Los interesados tienen derecho a ser escuchados y a presentar alegaciones.
-
- Resolución
-
- Propuesta de resolución: La administración formula una propuesta de resolución.
- Resolución definitiva: La administración emite una resolución que pone fin al procedimiento administrativo.
-
- Recursos administrativos
-
- Recurso de alzada: Procede contra actos que no pongan fin a la vía administrativa.
- Recurso potestativo de reposición: Procede contra actos que pongan fin a la vía administrativa.
- Recurso extraordinario de revisión: Procede contra actos firmes en casos excepcionales.
-
Vía contencioso-administrativa
- Interposición del recurso
-
- Plazo y forma: El recurso se interpone ante el órgano jurisdiccional competente dentro del plazo establecido por ley.
-
- Admisión del recurso
-
- Admisibilidad: El tribunal decide sobre la admisión del recurso.
-
- Fase de alegaciones
-
- Demanda y contestación: El recurrente presenta la demanda y la administración contesta.
-
- Práctica de la prueba
-
- Pruebas: Se practican las pruebas propuestas por las partes y admitidas por el tribunal.
-
- Vista y sentencia
-
- Vista oral: Se celebra una vista oral donde las partes presentan sus argumentos.
- Sentencia: El tribunal dicta sentencia que puede ser recurrida en apelación o casación.
-
El procedimiento administrativo es un proceso fundamental en el derecho español que asegura la legalidad y el correcto funcionamiento de la administración pública. Comprender tanto la vía administrativa como la vía contencioso-administrativa es esencial para ejercer y defender los derechos frente a la administración.